Termoactivación en la Línea 11 de Metro
La ampliación de la Línea 11 de Metro incluye la termoactivación de la nueva infraestructura como fuente de energía renovable.
La licitación del contrato promovido por la Consejería de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid para la ejecución de la ampliación de la Línea 11 del Metro de Madrid entre Plaza Elíptica y Conde de Casal incluye la termoactivación de la infraestructura y el aprovechamiento de su energía residual en la estación de Conde de Casal. El concurso abierto hasta el 11 de marzo ha fijado un importe de licitación de 558,8 millones de euros y un plazo de ejecución de 48 meses.
Los pliegos técnicos de la licitación solicitan que el suministro energético “a la futura estación de Conde de Casal se pueda realizar, al menos de forma parcial, mediante un sistema consistente en la termoactivación del túnel”. Añaden los pliegos que “el sistema deberá basarse en la termoactivación del anillo de dovelas del túnel de línea localizado inmediatamente anexo a la estación […], deberá aportar una potencia instalada de 120 kW […] y como mínimo se deberá dar suministro al sistema de climatización”. La memoria de la licitación indica así mismo que el estudio de viabilidad de la termoactivación “tenga en cuenta los beneficios que a largo plazo tiene [el sistema de termoactivación] sobre el ahorro energético y económico y, como consecuencia de ello, sobre las emisiones atmosféricas y la influencia de la acción humana sobre el cambio climático”.
Estos objetivos ambientales y de ahorro y eficiencia fundamentaron las alegaciones que presentó Madrid Subterra hace 3 años al inicial Estudio Informativo de Ampliación de la Línea 11 de Metro para incluir la termoactivación del túnel y el aprovechamiento de las energías residuales en el proyecto. Ciemat (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas) y APPA (Asociación de Empresas de Energías Renovables) apoyaron de inmediato estas alegaciones. El Ayuntamiento de Madrid, a través de su Concejalía de Medio Ambiente y Movilidad, también hizo sus propias alegaciones en el mismo sentido. Finalmente, la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto de los servicios técnicos de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura de la Comunidad de Madrid respalda el aprovechamiento de la energía residual liberada en los túneles mediante su revestimiento con un sistema de termoactivación.
La termoactivación de la nueva infraestructura de ampliación de la Línea 11 de Metro supone un gran paso adelante de la Comunidad de Madrid, innovador y valiente, en el uso de las energías renovables de las infraestructuras del subsuelo urbano, inexploradas y desechadas hasta la fecha. Madrid Subterra valora este proyecto como un éxito conjunto y como un nuevo hito para la asociación, que sigue alcanzando sus objetivos fundacionales. Madrid Subterra quiere también subrayar y celebrar especialmente que en la termoactivación de la ampliación de la línea 11 de Metro de Madrid han estado de acuerdo los tres niveles de la administración pública española: la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid y el Ciemat (organismo público de investigación adscrito al Ministerio de Ciencia e Innovación). Celebramos igualmente el compromiso del sector privado, representado por APPA.
Madrid Subterra felicita y agradece a las 3 administraciones, a APPA y a Metro de Madrid su compromiso con la innovación para el aprovechamiento de esta nueva fuente de energía limpia, local, distribuida y renovable. Madrid Subterra confía en el hito marcado por la ampliación de la Línea 11 de Metro sea punto de partida para que esta innovadora fuente de energía se vaya incorporando, hasta ser habitual en todos los proyectos de todas las infraestructuras subterráneas como estipula artículo 21.1.d) de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética:
Artículo 21. Consideración del cambio climático en la planificación y gestión territorial y urbanística, así como en las intervenciones en el medio urbano, en la edificación y en las infraestructuras del transporte.
1. La planificación y gestión territorial y urbanística, así como las intervenciones en el medio urbano, la edificación y las infraestructuras de transporte, a efectos de su adaptación a las repercusiones del cambio climático, perseguirán principalmente los siguientes objetivos:
d) La consideración, en el diseño, remodelación y gestión de la mitigación del denominado efecto «isla de calor», evitando la dispersión a la atmósfera de las energías residuales generadas en las infraestructuras urbanas y su aprovechamiento en las mismas y en edificaciones en superficie como fuentes de energía renovable.