Los sistemas de ventilación adecuada son clave para evitar contagios de COVID-19

Los sistemas de ventilación adecuada son clave para evitar contagios de COVID-19

La Plataforma de Edificación Passivhaus incide en que la ventilación mecánica de doble flujo puede ser uno de los grandes aliados para evitar la propagación del virus COVID-19 en espacios cerrados.

Recientemente, 239 científicos han instado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a reconocer la transmisión aérea del virus COVID-19. Por ello, tras diversas declaraciones ambiguas, la OMS ha admitido que la transmisión por vía aérea del coronavirus puede ser posible, principalmente en entornos cerrados y en determinadas circunstancias.

La OMS admite ahora tres posibles formas de transmisión del virus: los fómites, -cómo se denomina a las partículas con virus que podemos tocar y que pueden llegar con nuestras manos a ojos, boca y nariz-; las gotas que expulsamos al hablar o toser, que caerían antes de superar los dos metros; y los aerosoles, -partículas microscópicas con menos virus y por tanto menos contagiosas-, pero que pueden permanecer minutos en suspensión y viajar por el aire.

Uno de los casos de contagio más estudiado por las autoridades sanitarias se trata de una comida de Año Nuevo en Guangzhou el 24 de enero, considerado como uno de los mejores ejemplos de riesgo en locales cerrados. Este escenario en el que comen 90 personas atendidas por ocho camareros ha sido analizado en detalle en dos estudios diferentes y la conclusión es la misma: la mala ventilación puede ser decisiva si el contacto se mantiene durante situaciones prolongadas. Es crucial prevenir el hacinamiento y proporcionar una buena ventilación en edificios y cabinas de transporte para prevenir la propagación del COVID-19. Las recomendaciones de las autoridades sanitarias insisten en todo momento en evitar los sistemas de recirculación del aire.

Por su parte, Lidia Morawska, una de las mayores expertas mundiales en el estudio de la calidad del aire y sus consecuencias para la salud, asegura que el mayor riesgo de contagio de COVID-19 «se da en los espacios cerrados y abarrotados, salvo si la ventilación es eficiente”. Según Morawska, el virus puede permanecer unos minutos en el aire tras desprenderlo una persona a través de sus conductos respiratorios, y señala que las partículas pueden desplazarse hasta llegar a la boca o nariz de otra persona. La experta reconoce además que el riesgo de transmisión de COVID-19 por el aire en interiores depende de cuatro factores: alta ocupación, larga duración, vocalización fuerte y mala ventilación. Es decir, en espacios poco ventilados donde se concentre mucha gente durante mucho tiempo y hablando alto es más posible infectarse.

Desde PEP y teniendo en cuenta la información vertida por las diferentes fuentes, coinciden en que la ventilación mecánica de doble flujo es una herramienta que puede ayudar a reducir el riesgo de contagio en los espacios cerrados: un sistema que funciona 24 horas al día 7 días a la semana y que permite extraer el aire viciado del interior -con sustancias perjudiciales para las personas – a la vez que filtra el aire de impulsión que proviene del exterior del edificio, eliminando también sus elementos contaminantes. Llevan más de 10 años estudiando los sistemas de ventilación en edificios y, consideran, que ante la situación actual de emergencia sanitaria, este mecanismo puede ser un gran aliado para garantizar la calidad del aire interior en los espacios cerrados.

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