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Futura normativa 104.424 de impermeabilización de túneles. Nueva tendencia de los geotextiles

Ángel Lorenzo Fernández; Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Delegado comercial Geotexan S.A.

En el mundo de la ingeniería nos encontramos con diferentes obras civiles de complicada ejecución, una de ellas es la construcción de los túneles, que requiere de importantes esfuerzos tanto económicos como técnicos, por tanto es conveniente insistir en su protección y mantenimiento para garantizar la mayor durabilidad de la infraestructura.

En muchas ocasiones existen dificultades añadidas como puede ser la presencia de agua en la obra ejecutada debido la penetración del líquido entre la fisuras de las rocas, que puede amenazar el revestimiento de hormigón o mampostería reduciendo su vida útil y ocasionando importantes daños que normalmente son costosos de reparar. Para la correcta conservación de la obra civil en el tiempo, es necesario realizar una impermeabilización de calidad y duradera utilizando materiales que ofrezcan rendimientos óptimos y que aseguren una conveniente protección frente al agua.

Los principales inconvenientes que genera la presencia de agua en un túnel son los siguientes:

El agua es capaz de transportar sulfatos diluidos y originar la presencia de eflorescencias calcáreas, o de cualquier otro tipo, en la cara interna del revestimiento, pudiendo ocasionar una pérdida de resistencia en la estructura.

Otro inconveniente es que el agua que penetra a través de la infraestructura, generalmente entra en contacto con la calzada, pudiéndose congelar en invierno creando deterioros en el paquete de firmes por el aumento de volumen del agua congelada, también puede aumentar la peligrosidad en la conducción por la existencia de placas de hielo.

Por la importancia de la impermeabilización en los túneles y galerías, se propuso por parte de Aenor, la revisión de la Norma UNE-EN 104.424. Puesta en obra. Sistemas de impermeabilización de túneles y galerías con láminas termoplásticas prefabricadas de PVC-P, editada en el año 2000.

Gracias al esfuerzo realizado por el grupo de trabajo que se creó para renovar y actualizar la Norma UNE-EN 104.424, se ha podido desarrollar un documento que mejora notablemente la compresión e interpretación del contenido de la norma y también desarrolla nuevas aportaciones en base de la experiencia en obra con el fin de enriquecer las recomendaciones anteriores.

La revisión a la que se hace referencia en este artículo todavía no ha sido publicada y por tanto de momento, carece de validez como recomendación, pero en este artículo se plasmarán las tendencias de la nueva normativa, aproximando un adelanto de lo que será válido en un futuro cercano referente al uso de los geotextiles en la impermeabilización de túneles.

Función del geotextil en la impermeabilización

Todo geotextil cuenta con 5 funciones: filtrar, separar, reforzar, drenar y proteger.

En la impermeabilización tiene como funciones principales: la de proteger y la de drenar.

Su función de protección, es para evitar que la barrera impermeable sea punzonada o rasgada por cualquier elemento presente en la obra y que pueda ocasionar algún deterioro a la geomembrana, que es la que tiene que garantizar la estanqueidad.

El geotextil también tiene como misión la de drenar, es capaz de conducir el agua en el plano hacia el exterior de la impermeabilización (ej. tubo dren de desagüe). . También es capaz de reducir la aparición de la presión hidrostática, en el caso de que la construcción del túnel sea del tipo; excavado a cielo abierto, donde la impermeabilización se coloca por la cara exterior de la bóveda. Cabe destacar que con la existencia de acuíferos se debe colocar un geocompuesto de drenaje en las zonas afectadas para evacuar el agua a un lugar seguro

Expuestas las dos funciones principales de los geotextiles en la impermeabilización, cabe destacar la importancia de los mismos y que no se debe colocar cualquier producto que no cumpla con unos requisitos resistentes mínimos.

En determinados proyectos todavía figuran los geotextiles prescritos únicamente por su gramaje (gr/m2), esto propicia errores e inexactitudes, teniendo como resultado en la mayoría de las ocasiones la colocación de un geotextil que no es el adecuado.

Tal y como define la revisión de la Normativa 104.424, para la correcta definición de un geotextil en un proyecto es necesario definir sus características resistentes, de modo que lo más propio es definir los geotextiles por los siguientes valores: Resistencia a tracción (Kn), CBR punzonado (Kn/m), alargamiento (%), eficacia a la protección (%), resistencia caída por cono (mm) y capacidad de flujo (m2/s)

Los geotextiles utilizados en la ejecución de túneles están sometidos a una gran variedad de solicitaciones tanto en la colocación como en su vida útil. Para asegurar la durabilidad en el tiempo hay que tener en cuenta la estabilidad química del material que conforma el geotextil, es por eso, que uno de los datos que no se debe olvidar en la redacción de un proyecto es la definición del tipo de materia prima de la tienen que estar conformados. Los geotextiles no tejidos de polipropileno, son los que garantizan resistencias mayores en todos los aspectos consiguiendo una mayor durabilidad en el tiempo a diferencia de los geotextiles no tejidos de poliéster que son atacados por las condiciones alcalinas que están presentes en el cemento e incluso en gran parte de los terrenos y que lo hidrolizan hasta su total desaparición.

Todos los geotextiles que se comercializan en la Unión Europea tienen la obligatoriedad de tener el marcado CE. Para ello es necesario ensayar los geotextiles bajo las normas UNE correspondientes a cada ámbito de aplicación del producto.

Geotextiles dependiendo del tipo de túnel

La recomendación en la revisión de nueva normativa UNE 104.424, dependiendo del tipo de túnel: A cielo abierto, excavados con hormigón proyectado, excavados con dovelas, recomienda resistencias algo superiores a las indicadas antes de la revisión y se incluye como novedad una nueva columna para túneles a cielo abierto que separa la acciones de impermeabilización bajo sistema y sobre sistema. También se incluyen dos nuevas resistencias a cumplir por el geotextil como son: resistencia por caída por cono (mm) y eficacia a la protección %, que antes no figuraban.

Siempre se indican valores mínimos de manera que el usuario pueda determinar si es conveniente el uso de geotextiles de mayores resistencias si la obra civil lo requiere.

La Norma recomienda en este apartado que el geotextil debe de ser capaz de resistir a la intemperie hasta dos semanas después de la instalación, pero se recomienda que quede expuesto el menor tiempo posible.

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