Flexbrick en la nueva escuela Virolai Petit de Barcelona
Fachada flexible, pérgola y paneles de hormigón arquitectónico de Flexbrick son protagonistas de un edificio de nueva construcción en Barcelona, que alberga la nueva escuela/parvulario Virolai Petit de Barcelona. El proyecto lo ha realizado el estudio de arquitectura Equipo Sarrablo (Vicente Sarrablo, Jaume Colom, Jordi Roviras y Cristina García).
Flexbrick, en esta ocasión y por primera vez, ha realizado unos paneles arquitectos de fachada –prefabricados de hormigón arquitectónico coloreado en negro-, donde las piezas cerámicas llegan al perímetro de los paneles, sin necesidad de dejar recubrimiento perimetral. Este avance permite continuar el dibujo de plaquetas cerámicas entre paneles sin que se pierda el patrón del tejido, ya sea entre paneles o entre los paneles y la fachada flexible ubicada justo encima de los paneles. En los cerramientos a los patios interiores, se ha realizado una celosía vertical que finaliza su parte inferior con una pérgola horizontal mediante una suave curvatura de transición.
La guardería se ha construido en la calle Escorial de Barcelona para el promotor privado Virolai EMSA, el cual posee una larga tradición en centros docentes.
El edificio a tres vientos, que alberga la nueva escuela Virolai Petit, se proyecta en el solar adosándose y ocultando el impacto visual de la medianera de un pabellón deportivo vecino de gran impacto visual con el que limita al norte. Presenta una fachada cerrada hacia la calle Escorial mientras se abre hacia el límite este del solar en tres niveles que se van aterrazando en abanico desde una cubierta transitable y una planta piso que van girando sus frentes de forjado para mejorar la orientación de las aulas y conseguir una suave iluminación natural mientras ofrecen patios de recreo en cada nivel.
Cada planta distribuye tres aulas que disfrutan hacia el exterior de un alero, porche o umbral intermediario con el patio de recreo en el que se pueden realizar actividades docentes cuando el clima es apropiado y en el que cada aula posee su zona sectorizada y personalizada con un revestimiento de azulejos esmaltados de un color diferente para cada umbral.
Mientras hacia el interior del solar el edificio busca una configuración fragmentada y de escala más doméstica y cercana al tamaño de los niños, hacia la calle presenta una fachada de mayor monumentalidad en respuesta al vecino polideportivo. Para ello, se utiliza un tejido cerámico Flexbrick de color blanco que unifica los tres niveles de la fachada: en planta baja incrustado en paneles de hormigón, en planta piso por delante de un cerramiento con panel sándwich metálico y en cubierta como celosía que cierra el patio de recreo que aprovecha la azotea superior. “Esta celosía tamiza y suaviza para los niños la imagen urbana del entorno”.
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